Comentando a Fernando IV y una noche curiosa

Y finalmente, tras una gran lentitud en el ritmo de edición de Fernando y otro tanto en el mio,consigo alcanzar a Fernando en sus narraciones del veranito francés.

Bien, hoy tocan los tres últimos episodios, que son:

En el primero de ellos vemos como Fernandito llega a otra iglesia, pero esta cala mucho mas hondo en él que todas las anteriores, ya que tras entrar en Sainte-Anne decide hacerse sacerdote y llevar una vida de reflexión y armonía junto al núcleo friki de la ciudad, con sus tiendas de comics, sus librerías-cafeterías de nivel y sus paisajes epifánicos.

En el segundo, ya ordenado sacerdote, vive momentos de éxtasis en el río Hérault descendiendo en canoa junto a algunos de sus feligreses. Siente así mucho mas intensamente  su vida y se siente mas cercano a dios. Podemos ver en sus descripciones un nuevo descubrimiento de la inmensa belleza de la naturaleza y una gran transformación de su espíritu.

Y finalmente en el último de sus posts (por ahora) nos cuenta un apasionante índice de lo que va a ser la continuación de sus peripecias por Francia y Barcelona.

Como siempre podeis verlo vosotros mismos haciendo click aquí.

Y ya cambiando radicalmente de tema el otro día (hace ya dos semanitas ^^UU) al volver del salón del manga me fui hasta casa de Dan y Zara (y de Bruno y Manu, para ser exactos) para cenar, jugar al Buzz (yo quierooo), charlar, hacer el chorras y esas cosas.

Pero tras un día estupendo estábamos todos reventados y queríamos descansar, así que   al dar la 1:50 me fui para pillar el último metro y llegar a mi casita a tiempo, que está muy lejos de donde estaba en ese momento. A eso de la 1:58 llegué a la parada y pude ver como el último metro partía en dirección Cornellá Centre, ¡¡oh nooo, mi metro!! Y alcé el puño en señal de venganza hacia el conductor que se alejaba.

Cuando me di a vuelta para volver vi a dos chicos alzando el puño exactamente igual que yo y tras ellos, bajando por las escaleras a toda prisa, a una chica con cara de desesperación.

Maldito villano, ese conductor nos dejó en tierra por 2 minutos!!  En fin, no importaba, había autobuses nocturnos, pocos y no sabía donde, pero los había así que me dirigí hacia la simpática señorita de información que trabaja en el metro y le pregunté por donde pasaba el Nitbus. Ella me lo indicó y una vez mas cuando terminó de explicármelo miré hacia atrás y pude ver a esos dos tipos de antes, uno con cara de “ah, ¿pero hay buses?” y el otro con cara de “lailolai, no entender”. Tras ellos apareció la otra chica que se me acerco y me preguntó “¿hay buses aún?”(será que me vio cara de nativa o algo) Y con esa pregunta nos encaminamos ambas hacia la parada del Nitbus seguidas por dos tipos extraños con cara de “jo, os seguimos pero no somos unos psicópatas sedientos de sangre”.

Por el camino ella me contó que era de Murcia y estaba visitando a unos amigos en Horta (la zona donde estábamos), que ella vivía en el centro de Barcelona pero aún no controlaba del todo los horarios ni los buses porque llevaba aquí dos semanas.

Cuando llegamos a la parada del Nitbus íbamos tan animadas charlando que nos la pasamos de largo, pero entonces uno de esos tipos que nos seguían poco discretamente se nos adelantó y nos preguntó:

         ¿La parada del bus de la noche no es azul oscura?

         Ehm….sí, y con una “N” ¿por?

         Ah, es que creo que os la pasáis ¿no es esa?

         Uoh, gracias, sí, es esa. ¡Que despiste!

Y esperamos, y esperamos y cuando por fin llegó el bus pasó de largo. El conductor iba hablando con otro tío y ni se fijó en si había gente o no en la parada.

En ese momento empezamos a despotricar todos en diversos idiomas.

Al seguir esperando empezamos a hablar con los dos extraños tipos y descubrimos que uno era un belga que hablaba estupendamente el castellano y el otro un inglés que sólo decía “cerveza”, “grasias”,”juerga”,”catalunya” y“facultad de periodismo” (vamos, lo mínimo que necesitó por el momento) y que les había pasado básicamente lo mismo que a nosotras pero con la diferencia de que ellos llevaban media hora buscando la boca de metro cuando que me vieron ir a toda leche y toda decidida con pinta de ir a perder un metro y me siguieron a ver si así llegaban a la civilización ¬¬ (esta gente que no pregunta!)

Con la tontería empezamos a charlar y de pronto perdimos otro bus, esta vez por despiste nuestro, nos dimos cuenta de que eso que había ahí a dos metros era un cine y nos acercamos a ver que películas ponían, con la mala suerte de que en ese momento pasó el bus y al no ver a nadie en la parada siguió su camino.

Eso fue terrible, y como penitencia, por muñones, decidimos ir caminando hasta algún lugar por donde pasara más de un bus. De camino nos pasó otro bus, pero bueno, ese era normal, si haces eso está escrito que justo cuando estés entre dos paradas pasará el bus que esperas. 

Y cuando finalmente llegamos a una parada por la que pasaban creo que tres buses llegó uno de ellos (sí, por si alguien quiere saberlo el que pasó es justo el que venía de la parada en la estábamos al principio ^^UUUU)

Al final llegamos a Universitat, lugar donde nos separábamos todos y ya que era viernes, nos habían dado las mil de mañana y estábamos en una zona de salir, decidimos irnos a tomar un algo por ahí. Con lo cual nos pasamos toda la noche a base de chupitos y batallitas y cuando nos dimos cuenta eran las 7 de la mañana. Fue una noche estupenda, pero curiosa.

 Y yo que quería llegar prontito a casa para dormir antes de ir al salón el sábado…

Esta entrada foi publicada en Sin categoría. Ligazón permanente.

Deixar un comentario