El otro día cuando llegué a mi casa me encontré con que cuando intentaba entrar en internet no podía. Bueno, normal, a veces pasa, tenemos un módem que de vez en cuando se pone caprichoso y quiere mimos así que para conseguirlos lo que hace es ponerse tontito para que tengamos que resetearlo. Con lo cual esta vez eso mismo hice, pero nada. Llegó casi en ese momento mi compañero de piso, Rodi, que me vio con el módem y ya supuso lo que pasaba, con la decepción unos minutos mas tarde de que no parecía ser tan sencillo como normalmente.
No hay problema, Rodi fue todo decidido a llamar a la compañía telefónica cuando de pronto nos dimos cuenta de que “ups, no hay línea”. Esto ya empezaba a mosquearnos así que llamamos a Rosa, mi otra compañera, que lleva más tiempo aquí que ninguno, para asegurarnos de no tener facturas pendientes. Ella dijo que no y que ya se encargaba ella de llamar así que nosotros nos fuimos tan tranquilos por ahí.
A la mañana siguiente Rodi y yo salimos de casa a las 7 para ir a currar, así que ni nos fijamos en si había o no línea.
A eso de las 18:00 me llama Rosa:
-“Oye, ¿estás en casa?”.-
-No, estoy con unos colegas en Sants.-
-¿Y sabes si Rodi está en casa?-
-No creo, había quedado así que lo dudo.
-Bueno, pues haz una cosa, llama a casa.-
-¿A qué casa?¿A la nuestra?-
-Sí, tu hazlo, que yo ya lo hice.-
-¿Y a que no estábamos en casa? Vale, vale, ya lo pillo… ¿esa es tu manera de decirme que ya tenemos línea?-
-No, sólo que pasa algo raro. Tú hazlo y luego llámame.
En fin, que llamé y me contestó una señora colombiana, exactamente igual que le había pasado antes a Rosa. Y su siguiente conversación con ella (tras mi confirmación de que sí, era nuestro número) consistió en una amena charla en la que la señora colombiana nos dijo que vivía en el 115 (nosotros en el 109) y que tenía la misma compañía timofónica que nosotros. Cuando Rosa le explicó lo que pasaba y le dijo que se llamase desde un móvil para comprobarlo a la señora se le escapó un simpático “no, si ya nos dimos cuenta ayer porque llamamos a mi suegro y vio que no era nuestro teléfono”
Conclusión, la señora no sabía nada y no podía recibir llamadas a su número de siempre.
Llamamos de nuevo a la compañía y nos dicen que si que tenemos línea, que miremos bien!!!! Llamamos a Yazztel por si acaso (las llamadas las pagamos con yazztel y el servicio con telefónica) y nos dicen que de ellos no depende nada, que como mucho pueden dar de baja el contrato, pero eso requeriría una nueva alta después. Y evidentemente insistimos a telefónica, que por fin nos hacen un poco de caso y dicen que van a mirar que puede pasar.
De eso hace ya una semana y aún seguimos esperando a que decidan cómo solucionarlo. Eso sí, al menos ahora tenemos línea telefónica pero no internet. Mientras tanto hemos comprobado las llamadas de estos días y es un pastón en llamadas a Colombia (jeje, ¿pensabais que sabía de dónde era la señora por el acento? pues no!) Con lo cual volvimos a llamar y ahora nos toca lidiar con medio mundo porque no pensamos pagar esa factura, y ¿cómo no? Aquí nadie tiene la culpa de nada y por tanto nadie es responsable de lo que pasó, vamos que me veo metida en esta maldita guerra con las compañías y con la asquerosa de la vecina durante una buena temporada hasta conseguir arreglarlo todo.
Moraleja: TELE 2, R, WANADOO,…. PERO NO TELEFÓNICA!!!
¿¿Y porqué un post de esto?? Porque estoy mosqueada por la inutilidad de las compañías y sobre todo por la vileza de algunas personas dispuestas a aprovechar la más mínima oportunidad para beneficiarse aunque sea a costa de los problemas de otros Y porque así pues me desahogo un poquillo.
Ale, deu.
P.D: Cuando vuelva a tener internet rallaré con el post del salón del manga, un gran día y pillaré a Fernando en sus actualizaciones josjosjos.
El mundo y aparte 